“El asesino es Delattre” dijo Bellard, sin el menor asomo de duda, lo que contrastaba con la expresión de todos los presentes. Daniel Delattre siempre ha demostrado ser una afectuoso, amable, dispuesto a ayudar a los demás aún más allá de sus posibilidades. No tenía sentido, no había nada que lo llevara a hacer algo como esto.
Bellard continuó con su relato. “Hace 2 días, después de asistir a una clase en su facultad, la hija de la víctima volvió a casa para encontrar el cuerpo de su padre en el recibidor, aproximadamente a las 10:00. Una hora más tarde me encontraba examinando la escena por primera vez. La puerta no había sido forzada, no había señales de lucha, la víctima no teñía una herida visible. Por la temperatura del cuerpo se concluyó que había muerto aproximadamente a las 9 de la mañana. El resultado de la autopsia demostró que había muerto de un paro cardíaco, causado por envenenamiento con una batracotoxina. El hecho de que fue envenenado por contacto hace muy poco probable el suicidio. La dificultad de tener un contacto accidental con esta sustancia, en la ciudad, apuntaba claramente a un homicidio.
Pierre Sicard era un contratista que hacía negocios principalmente con el gobierno. Unos días antes había logrado conseguir un gran contrato, por lo que alguna mafia podría no estar muy contenta. El tiempo de acción del veneno, que indicaba que fue administrado unos minutos antes de la hora de muerte, y el hecho de que las puertas no fueran forzadas ni existiera señal de lucha, indicaba que Sicard abrió la puerta y no sospechó de su asesino. Posiblemente lo conocía.
No había huellas, ni rastros del veneno fuera del cuerpo. El indicio más importante que teníamos en el momento era el tipo de toxina usado, no muchas personas tendrían acceso a ella. Esta pista hizo que se dirigieran las miradas a Nicolás Laurent, biólogo y ex-novio de la esposa de Sicard. Aunque ella había muerto un año antes, puede que Laurent nunca perdonara a Sicard a quien culpaba por el abandono.
Aunque Laurent tenía acceso a la toxina, su investigación se centraba en la familia Dendrobatoidea, la misma investigación lo liberaba de sospechas. Se encontraba como ponente en una conferencia en Alemania cuando ocurrieron los hechos.
Como el único sospechoso hasta el momento tenía una coartada, volvíamos a estar como al principio. Bueno, no necesariamente, aunque la coartada lo liberaba como autor material, no lo hacía de cualquier responsabilidad. Empezamos entonces a evaluar las personas que podrían conectar a Laurent con Sicard. Los amigos y familiares de la esposa de Sicard entraban en este grupo. Daniel Delattre fue uno de sus amigos más cercanos.
Algunas personas habían visto a Delattre y a Laurent conversando unos meses antes. Esto apuntaba a Delattre, pero no tenía sentido. ¿Qué podía llevar a una persona como Daniel Delattre a hacer algo así?
Teniendo en cuenta el vínculo que unía a los involucrados, indagamos sobre la relación entre Sicard y su esposa. Después de 20 años de matrimonio se hicieron visibles los problemas, un año antes de la muerte de Marie. Delattre la conocía muy bien y culpaba a Sicard por su depresión, había perdido las ganas de vivir y se dejó derrotar por la enfermedad.
Revisamos el apartamento de Delattre y encontramos el <<arma>> homicida: Un guante.”